La Visión de Bolívar

 

"Así como creamos a imagen y semejanza nuestros  

dioses, también hemos creado las mentiras 

que ellos nos dicen"

Emilio Vivas

A finales de Noviembre de 1826, el Libertador Simón Bolívar se dirige a Venezuela, partiendo desde Cúcuta. ...Al llegar a su destino, a la ciudad de Coro, se encuentra con un escenario desolador producto de las secuelas de la guerra de independencia y de la conspiración en marcha liderada por el General José Antonio Páez quien lo recibe en dicha ciudad.

General en Jefe José Antonio Páez

El escenario era ruinoso: toda la economía que era en base a la agricultura y la ganadería estaban destruidas, con una desorganización de la hacienda pública, que no se aboco a la recuperación de los espacios aun desolados. Además, Bolívar observo a una sociedad entregada al libertinaje, al saqueo y al pillaje, lo que le daba ventaja a los oficiales y políticos mas sátrapas, para tomar el poder en el país, acelerando la disolución de la Gran Colombia. Observando esta situación, Bolívar sugirió al General Páez, la pronta organización.

En vista de lo anterior, el Libertador, como parte de sus dotes de “profeta”, escribió una carta al pueblo de Venezuela que quedaría  para la posteridad:

 

Al pueblo de Venezuela, 

Mis respetos:

Realmente no se como comenzar esta carta tan importante….

Para aquellos que no lo saben, a lo largo del tiempo he escrito, en distintos idiomas, quizás más de 10 mil cartas, proclamas y ensayos donde he expresado mi mas profundo compromiso por la libertad de Venezuela. Además de esto, he compartido todas mis reflexiones filosóficas para que, permitieran entender, las razones por la que he entregado mi vida a esta causa…y para que sean estudiadas y transmitidas por las futuras generaciones. Así servirán de inspiración, para mantener mi pensamiento vivo, en seguir realzando la grandeza de esta patria.

En este año de 1826, y con la expulsión del imperio español lograda gracias a la entrega de mis mas leales soldados y generales de la patria, veo con preocupación este escenario tan desolador en Coro...La devastación que dejo esta guerra de independencia, no solo nos convirtió en un país libre, sino que ha hecho resurgir, como la primavera, un mal que yo había pensado que se terminaría con la muerte del temible Boves y el fusilamiento de Manuel Piar: el caudillismo y el populismo….

Plaza Bolívar de Trujillo
Foto tomada por el Autor en el año 2012

A pesar de esto, hice un llamado de atención al General Páez para que se centrara en la reconstrucción del país. Sin embargo, sus ambiciones personales era lo primero, desobedeciendo mis ordenes. Por otro lado, me encuentro con un pueblo que no valoró todo el sacrificio y las vidas que se perdieron en los distintos campos de batalla….

Antes estos hechos, me he puesto a hacer un análisis muy personal: Quizás cometí el error de no centrarme en crear un país con nuevos principios éticos, que permitieran el comienzo de una nueva realidad ajustada a los tiempos turbulentos que se avecinan, debido a esa debilidad humana que existe por el poder, que reina en todas la naciones que liberamos….Mas temprano que tarde, empezara la verdadera tragedia para el país.

Todos debimos haber trabajado en colectivo, para levantar de las cenizas esta nación y convertirla en un faro de luz. Sin embargo, con todo el dolor de mi alma, he quedado solo ante la historia, gracias a mis enemigos, quienes me han señalado de tirano y monarca de la Gran Colombia, para compararme a los emperadores Moctezuma y Atahualpa…iniciando ellos, mis enemigos, un destierro sin pena ni gloria..

Todas mis riquezas y fortuna quedaron entre la pólvora, cañones, balas y rifles abriendo paso a esa libertad que tanto he deseado para este pueblo. Ni siquiera ellos han reconocido nuestro sacrificio, olvidando aquel año sangriento de 1814, donde el Capitán Antonio Ricaurte entrego su alma, en el parque de armas de mi hacienda en San Mateo. Sin mencionar al resto de héroes caídos en Carabobo, que ni el mismísimo General Páez los recuerda...Pronto llegara el día en que este General, se encuentre de frente con el dios del tiempo...cuando reclame su reloj de vida...Aunque no dudo de que, ese mismo dios, le ayude a construir lo que en el futuro será la primera semilla de las ambiciones personales de los políticos.

En vista de todo lo que he observado en este corto tiempo que estuve en Coro, y el rechazo del General Páez, el cual respeto y admiro por sus grandes hazañas, solo me queda decirles lo siguiente:

Parodiando al pasaje Bíblico de Ezequiel y los ángeles que se le aparecieron junto al río Quebar….tuve una visión: Se que dentro de poco, me espera el sepulcro, el único lugar donde nadie me juzgara…Pero, antes de que eso ocurra, es mi deber decirles y advertirles que, en los próximos siglos venideros, Venezuela jamás se recuperara de su propia desgracia política y económica por que desde el momento en que vi esta desolación en Coro, sentí que are en el mar, pensando en crear una sola nación encima de unos escombros que dejo esta guerra de independencia...Escombros que quedaran, en el tiempo, insepultos generando grandes conflictos por el poder en Venezuela y parte de América del Sur.

El caudillismo conseguirá aliarse con cualquier ideología y organización política que nazca, a partir del momento en que deje este mundo...lo cual será en pocos años….Quizás dentro de dos siglos, cuando se cumplan 200 años de la gesta de Carabobo, todavía veremos un pueblo disperso tratando de entender porque no hemos hecho de Venezuela una gran nación...Lo único que prevalecerá es la carnicería política para manejar el destino de millones de personas en este país, desbocado por sus apetencias materiales, fuera de su contexto histórico y sin sentido de pertenencia.

Que distinto hubiera sido mi vida si mi querida esposa, María Teresa del Toro, no hubiera fallecido. Tal vez Dios necesitaba de otro Quijote al que confundía los molinos por enemigos...Probablemente esa fue mi representación: Luchaba con enemigos inexistentes...Es paradójico, como la vida suele entenderse de la manera menos equivocada, desde la ficción. La realidad en si se convierte en una trampa donde la razón que la justifica, termina por dibujarte sus propios barrotes, como una prisión, dentro de las mazmorras del destierro...formando parte de los tres majaderos mas grande de la historia: Jesucristo, Don Quijote y yo.

 A pesar de todo esto, solo me resta decirles….Yo los perdono….

En esa visión llegue a observar un retroceso en la geopolítica del país….donde el pez grande se tragara la mas pequeño. Si hemos creído que, con la caída del Imperio Romano los grandes males habrán desaparecido, es la mayor mentira que los antiguos historiadores nos han vendido...Los imperios mantendrán su posición en querer dominar a los pueblos mas pequeños; no hay la menor duda.

Viendo el desafiante, avance tecnológico de Europa y de Estados Unidos, Latinoamérica será arrastrada por su propia ignorancia en no llevar consigo esta historia escrita con mucha sangre derramada en estas tierras prosperas, donde nuestros antepasados, crearon su propia visión de vida a partir de sus conocimientos provenientes de los dioses del cielo…

Ahora me pregunto: ¿Dónde están esos dioses ahora?...¿Que dirán cuando regresen de nuevo?....si alguna vez regresan...serán crucificados y olvidados en el vacío de la historia, tal como me ocurrirá a mi….

Por lo tanto la historia será quien castigue, severamente, a los políticos y a este pueblo que jamás aprenderán su lección, por lo que siempre tendrán lo que ellos quieren tener...Una nación de  parásitos.

Venezolanos, solo me resta decirles que, solo el tiempo, y las circunstancias emanadas de las leyes de la naturaleza que vivirán en un futuro, serán los únicos que garanticen la dirección del destino de este planeta...Las matemáticas y las leyes del universo son las únicas que tienen la razón….Los equivocados hemos sido nosotros, que hemos creído ser los reyes de la mitología griega desafiando a los dioses del Olimpo.

"Si no puedo persuadir a los dioses del cielo...moveré a los del infierno.".......Virgilio

Atentamente,

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad

 Bolívar Ponte y Palacios Blanco

Epilogo

Todo lo expuesto en la carta, es inspiración del autor.

La llegada de Bolívar a la ciudad de Coro en 1826 y su queja al Genera Páez ocurrió en realidad.

En un libro que tiene como título "Juicio al General San Martín" del autor Jesús Arocha Moreno  publicado en 1935 resumo lo siguiente:

“Hay crímenes sociales que nada se puede evitar. Un crimen que se prolonga por toda la eternidad..

Jesús no hablo..pero el mundo entero habla por él…Los judíos dicen que no crucificaron a Jesús…dicen ellos, fue una camarilla….Hasta un discípulo negó a Jesús ...pero hoy quien lo niega?...No pasa lo mismo con el Libertador...Bolívar sabía que su crucifixión material era la obra del odio del cuervo que saca los ojos y tan lo sabía que murió perdonando..

“He sido víctima de mis perseguidores que me han conducido a las puertas del sepulcro…Yo los perdono….Es el sepulcro lo que me han proporcionado…Yo los perdono..Si mi muerte contribuye a su felicidad…tranquilamente bajare a la tumba”…

Y así, fueron felices sus enemigos dejando, con el paso del tiempo en Venezuela, guerras civiles, golpes de estado, delincuencia, migraciones,  xenofobia, odio, crímenes, ambiciones y, últimamente en este siglo 21, una anarquía política sin precedentes, llevándonos a una crisis destructiva con el mismo escenario desolador que consiguió Bolívar en Coro, con un pueblo que confunde la libertad por vagancia y facilismo.

Perdiendo el derecho a la verdadera libertad de poder elegir a nuestros gobernantes, en democracia, y de no tener un estado que proporcione las garantías de paz y de servicio dentro del marco de las leyes de la república, con proyectos de país, apuntando hacia el futuro y no trabajando encima de aquellos escombros insepultos que decía Bolívar en su carta...Por lo que nada ha cambiado políticamente desde 1830 hasta nuestros días.

Así de Bogotá a Caracas,  y de Caracas a Bogotá, se veía obligado Bolívar a andar , según su propia expresión “de Herodes a Pilatos”.

 

"Feliz el que ha llegado a conocer
las causas de las cosas"
Virgilio

Autor: FG